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MISION

Nuestra página es un espacio que asume el tema de la política y como los jóvenes lo afrontamos.

Obtiene un toque de prevención por que nosotros podemos hablar sobre la política de prevención o la prevención política como tema primordial y fundamental.

También escribiremos sobre las diferentes caras o ángulos de la prevención y la política no estando a favor ni en contra de nadie solo mostrando nuestros diferentes puntos de vista

VISIÓN

Nuestra página es un espacio para que los jóvenes estén informados, sobre lo que nos plantea el gobierno para nosotros y cuales son las políticas que nos benefician. Permitiendo que todos participen dando su comentario sobre los diversos temas que aquí tratemos.

viernes, 20 de junio de 2008

POLITICA Y JUVENTUD



El tema de las juventudes pareciera residir en manos de los adultos. Hablar de soluciones, propuestas, nuevas miradas y salidas a cualquier problemática que involucra al sector que está entre los 14 y los 24 años, termina siendo un escenario en que las instituciones del Estado y empresarios discuten sobre el qué hacer con respecto a ellos. Pero una pregunta siempre queda en el aire, pendiente, y ésta es: dónde están los jóvenes cuando de hablar sobre ellos se trata?

Este escenario se repite en cada congreso, seminario o evento que se plantea con títulos como: empleo y juventud, educación y juventud… o como el pasado foro Conflicto Armado y Juventud, organizado por la Casa Editorial El Tiempo (CEET), Caracol radio y TV, Foros Semana y Confecámaras, el pasado jueves 23 de julio de 2003.

De cuatro páneles organizados, con 35 panelistas a bordo, solamente siete jóvenes tuvieron la vocería. Siete, porque el octavo, Nicolás Uribe, representante del programa presidencial Colombia Joven, terminó haciendo política, y no representando las inquietudes de los jóvenes.

Los otros siete, Jorge Baquero, representante del proyecto de comunicación Código de Acceso (de la CEET y la Fundación Restrepo Barco), Julián Quintero, líder de proyectos de la Fundación Restrepo Barco, Juan Fernando Marín y Juan Gabriel Bolañoz, ambos
desplazados, y dos reinsertados de las Autodefensas Unidas de Colombia pudieron hablar de sus experiencias y proponer ideas, aunque el tiempo que tuvieron para hacerlo resultara reducido y se les hicieran pocas preguntas que indujeran al debate.

La explicación del silencio constante de los jóvenes en los debates sobre ellos, puede residir en lo que el experto en educación y panelista Francisco Cajiao explicó como “la manía que tienen las instituciones de crear subculturas, para que allí los jóvenes puedan ser jóvenes sin interferir con el mundo de los adultos”. Subculturas que bien pueden ser los Consejos Locales de Juventud, o las divisiones de jóvenes existentes dentro de los ministerios; incluso, el intento fallido del Estado en 1994 por crear el Ministerio de la Juventud.
Pareciera entonces que los jóvenes sí hablan, proponen y trabajan, pero entre ellos. Así quedó evidenciado en el Foro; quienes exponían y preguntaban eran adultos. Los jóvenes sirven más como pantalla, como para mostrar que los convocan, que están allí, pero no los escuchan, no los toman en serio.

Y esta es una actitud continua, en la que nada pasa porque los jóvenes no hablan, no son tomados en serio hasta que se vinculan a una institución del Estado o son respaldados por una empresa o industria fuerte. Y los jóvenes que hablan, no los escuchan, o como se dice
coloquialmente, ‘no les paran bolas’.

Los adultos consideran que les hace falta experiencia,
pero a la vez, se niegan a abrirles espacios para que la adquieran, porque les parece que los jóvenes están más interesados en sus estudios universitarios, en las rumbas toma-trago con los amigos o en las batallas por la despenalización de la droga, y no se dan cuenta que la construcción de país también les preocupa, les concierne.

No notan que los jóvenes se agrupan y proponen, se abren espacios y gritan para que los escuchen… gritan, pero no los oyen.

Lo que pasa entonces es lo que Julián Quintero, líder de proyectos de la Fundación, dejó en claro en su intervención. “Uno propone ideas buenas, después busca quién lo patrocine, como es el caso de Colombia Joven, y lo único que hacen es ponerle trabas a uno.

Entonces, ¿qué pasa?, pues vende uno la idea fuera del país y se va, porque allá sí le paran bolas”.

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